El médium de Umbanda

Ser, un médium de Umbanda, es ser un vínculo entre los espíritus de Caboclos, Pretos Velhos, Crianzas y de otras Entidades, con el fin de dar caridad y asistencia espiritual a nuestros semejantes, y por consecuencia ayudar a nuestros Guías Espirituales como a nosotros mismos para una más rápida elevación espiritual.

Es por eso que se debe cuidar este don, debemos estudiar muy bien cada manifestación mediúmnica.

Cualquier Terreiro, sea grande o pequeño, debe tener una orientación segura, saber que se está trabajando y trasmitiendo un camino cierto para no permitir ni el mal uso, ni el abuso de toda manifestación mediúmnica.

Debemos recordar, que los enemigos existen tanto en el plano físico como en el plano astral, muchos quiumbas o espíritus obsesores, andan por el espacio, dispuestos siempre a perturbar o dañar a tantos desprevenidos.

La sensibilidad del médium, hace que este perciba la aproximación de un espíritu y su irradiación, como una fuerza superior, es por eso, que un médium de Umbanda debe tener un alto grado de moral y una buena preparación física-mental, para evitar los encostamientos de estos espíritus perturbadores.

Es por eso que cuando alguien siente eso de alguna manera, que comienza a desarrollar, alguna manifestación mediúmnica debe recurrir a algún Terreiro o Sacerdote serio, responsable y con una muy buena doctrina religiosa, para que lo guíe y lo aconseje de la mejor manera, para encaminar ese don especial que nos ha dado Dios.

Umbanda es una religión pujante y de progreso con un alto estudio científico-religioso, que con el pasar del tiempo, ya no es tan menospreciada ni tan incomprendida.

Umbanda es una religión donde no existe clase social, pues llega a todos sin distinción de razas, credos o posición social, en un contacto directo, en donde tanto los médiums como las Entidades Espirituales en la que en ella trabajan, escuchan, aconsejan y ayudan al desorientado, al perturbado, al enfermo, tanto sea de cuerpo como de espíritu.

Umbanda es una religión que actúa directamente, sobre la persona, buscando su perfección espiritual, es por eso la función del médium de Umbanda, ya sea Sacerdote, como los hijos de santo, es la de ayudar para la perfección espiritual, que solo podrá lograrse a través del entendimiento, comprensión y dialogo abierto y sincero, pensando nada más en lo que verdaderamente nos interesa a todos, el bien, el progreso y el amor.

Dentro de las diferentes mediumnidades, el médium Umbandista es considerado médium anímico, llamándosele también cavalho, que es la creencia en la cual se piensa, que el espíritu monta al médium.

El cuerpo humano tiene 28 centros de fuerza o mediumnicos, de los 28 centros hay 7 que son los principales, que son los receptivos.

Por siglos lo orientales sabían de estos centros practicando con ellos curaciones físicas y espirituales, con el pasar del tiempo se fue perfeccionando tanto en las religiones orientales como en las occidentales que recién se les prestó atención y estudio a principio del siglo XX.

En los Cruzamientos de Umbanda los adeptos observan que el Jefe del Terreiro trabaja con pemba, miel, aceite de dende y orí sobre la cabeza, frente, nuca, cuello, pecho, manos y pies sin saber cual es el objeto o el propósito de ese ritual y hay algunos Jefes de Terreiros (Caciques) que lo hacen sin tener la menor idea del significado, esto se debe a la falta de estudio.

El cuerpo humano es como una batería cargada de energía, de la cual fluyen constantemente corrientes eléctricas en sentido de polos opuestos, cuando la persona adquiere el conocimiento mediúmnico, está abriendo su cuerpo (sus centros de fuerza) y recibiendo la energía astral, de los Guías que se incorporan o encostan, el médium necesita entonces descargar esa energía acumulada, esto se logra por medio de pases magnéticos, sobre otra persona en la sesiones de caridad, de esa manera las energías astrales acumuladas en la materia, se liberan haciendo una descarga en el médium y penetrando en el consultante y actuando sobre el mismo, logrando el alivio y bienestar, si el médium no tuviese forma de descargar esa energía acumulada, causada por hacer llegar al Guía por mero gusto, por soberbia o negligencia; la acarrearía serios problemas físicos y mentales; corriendo el peligro su integridad física y espiritual, quedando a la merced de miles de espíritus perturbadores u obsesores que lo atacarían llevando al médium inexorablemente a la ruina, a la locura o a la muerte.

Gran parte de las personas internadas en los centro psiquiátricos es debido a está perturbación, por el mal manejo de su mediumnidad o por infinidades de ejemplos, practicas de magia negra o el más común el famoso juego de la “copa” que al hacer inconscientemente este tipo de invocación, las energías astrales se ponen en movimiento, atrayendo a innumerables espíritus al recinto, como se trabaja en el plano astral bajo lo único que se consigue atraer, son espíritus de personas sufrientes, de asesinos, espíritus malignos, incorporándose o encostándose en dichas personas, causando los efectos nefastos arriba descriptos.

Otro peligroso ejemplo del mal uso de la mediumnidad, se da cuando el médium decide por si solo y sin la correspondiente dirección del Jefe del Terreiro, trabajar en su casa, o en lugares no preparados para el ritual, intentando incorporar, creyendo el médium que incorpora a sus Guías, sino que está tomando espíritus elementales (de pensamientos bajos, quiumbas, obsesores, perturbadores y todo tipo de espíritus errantes) haciéndose pasar por espíritus de muy alta vibración como son los Caboclos, Pretos Velhos, Orixás, etc.

Llevándolo al fin y al cabo sin poder evitarlo al atraso materias, físico y psíquico, desequilibrándolo totalmente, prácticamente sin remedio, es por eso que se encuentran muchas personas que dicen ser Pai o Mae de Santos, no siendo así, sino que son victimas de sus propia soberbia, ambición y egoísmo, arrastrando a quienes los siguen a esa misma condición.

Por eso el médium debe buscar el camino para desarrollar su potencial mediúmnico y perfeccionarlo en vías de su progreso espiritual.

La mediumnidad y su desarrollo dentro del Umbanda

El ser humano, desde que nace ya trae consigo ese don, es un sentido natural de la raza, pero su falta de evolución y con el correr del tiempo se va perdiendo; es decir que se va cerrando esta facultad cuando el individuo llega a cierto grado o crecimiento (esto es relativo, depende de la percepción de cada persona.

Las personas no se dan cuenta de está facultad, excepto aquel que es iniciado en cualquier Centro Espiritista, fuera cual fuese su doctrina; ya sea Kardecista, Basilio Científica, Rosacruz, Africanista, Umbandista, etc. Empezando a conocer el fascinante mundo que nos rodea y que no nos damos cuenta, pero que está ahí vivo, latente y con inteligencia en algunos casos, sumamente más desarrollada que la nuestra y también los peligros que existen y que al ser humano lo afecta directamente.

Así todo aquel que busca su camino, su verdad, que busca ascender a la vida espiritual, comienza se desarrollo mediúmnico.

El desarrollo de sus energías guardadas en su interior, es esa energía ancestral que está esperando el momento de ser liberada.

Las técnicas de desarrollo o desenvolvimiento, son diferentes en cada una de las doctrinas, nos situaremos únicamente en la doctrina Umbandista.

La forma de desenvolvimiento en los Terreiros de Umbanda no varía de unos a otros, siempre que el Jefe del Terreiro haya tenido un aprontamiento bien estudiado e idóneo en su formación religiosa.

Hay ciertas hierbas que al hacer puestas en infusión en agua caliente y no hervida, conocidas como amasís o en cualquier baño tanto fuese de descarga como de bautismo, estos deben permanecer tapados por un lazo de tiempo, que lo determina el Jefe del Terreiro según su criterio, para que de esa manera no pierda la fuerza concentrada dentro de las hiervas, estas deben ser despachadas en los bosques, etc.

Una ves preparado el amasís o miero el Jefe del Terreiro lavara la cabeza del iniciado, este acto no es solo el Sacramento de Bautismo, sino que también por medio de las hiervas apropiadas, comenzaran a desbloquearse sus centros mediúmnicos, comenzando desde ese momento el adepto a participar de las giras.

Cuando el médium inicia su desenvolvimiento, después de un lapso de tiempo que también depende mucho del poder de concentración, aptitud física y buena voluntad, el médium, comenzara a sentir en su cuerpo las vibraciones del Guía que a comenzado a acercarse lentamente, tomando y soltándolo, el médium estará girando con la ayuda del Jefe del Terreiro incorporado o de algún otro médium ya desenvuelto.

El objetivo de girar, no es el de bailar en el medio del salón, sino que al estar el médium girando y concentrado estará atrayendo hacia si, hacia su aura, al Guía de acuerdo con el punto cantado que se estuviese tirando, entonces, el Guía envolverá al médium con su fluido, tomándolo y soltándolo, como si fuera un espiral, hasta que al final lo incorpora.

La incorporación no se realiza inmediatamente, es un proceso lento y no se logra antes de los cinco u ocho meses; esto también depende del grado mediúmnico del iniciado, en algunos casos, no siempre, se da que el médium incorpora en mucho menos tiempo y en otros la incorporación es más lenta.

Hay algunos médiums que han tardado en tomar a su Guía hasta años, teniendo en cuenta el Jefe del Terreiro la mistificación, esto se da cuando el médium tiene intereses propios, mezquinos y sin escrúpulos, queriendo o pensando que si incorpora rápido se apurara en su aprontamiento y lo único que lograra el médium mistificador es perturbar la gira perturbar a sus Hermanos de Fe y haciendo que su Espíritu Guía lo abandone y comience a incorporar espíritus perturbadores, pensando este, que incorpora a sus Guía, no siendo así y comenzando el médium a rodar de Terreiro en Terreiro, atrasándose cada ve más y teniendo las consecuencias ya expuestas en líneas anteriores (mal uso de la mediumnidad) por eso el médium de Umbanda debe comenzar y llegar a ser Cacique en el Terreiro en el cual se inicio, dejando de lado cualquier mal entendido tanto sea con sus Hermanos de Fe, como con sus superiores, teniendo en cuenta que un Terreiro de Umbanda es también la Casa de Dios y como tal debe ser respetada.

También el médium debe aceptar sus propias culpas o errores, se da n casos en que el iniciado antes de ingresar al Umbanda fue una persona viciosa, con malas compañías o con algunos fracasos familiares y al entrar a la religión por no aceptar sus errores, vuelca toda la culpa sobre el Umbanda.

Esto es una falta de conciencia total, debe entender el Hijo de Umbanda que como cualquier persona va a tener sus problemas aquí en la Tierra como cualquier ser humano.

Entonces el médium del Umbanda debe tener un muy alto valor ético y moral para no caer en la desesperación.

Ser un médium del Umbanda es un testimonio fiel que por medio de la incorporación se prueba la reencarnación, es una comunión muy estrecha con nuestros Seres Superiores y los hombres, para que al final del ciclo, el hombre sea una partícula más en el infinito y llegar a Dios.

Recordemos que a Dios, no se llega solo por el camino de la fe o solo por el camino del saber, para llegar a él, debemos seguir los dos caminos.

Conocer a Dios, apenas intelectualmente, es comprender si sentir, conocer a Dios por la fe, es sentirlo sin comprender.

Es necesario progresar intelectualmente y sentimentalmente para conocer a Dios, para que él y por él llegue a vivir una absoluta y eterna unidad.

Quien tiene la felicidad, de haber ingresado al cuadro de los trabajadores del Umbanda, no debe prevalecerse de sus facultades mediúmnicas, apara hacer el mal, ni siquiera a aquel que juzgamos como enemigo.

Debemos ceder nuestros cuerpos físicos a los hermanos desencarnados que como Guías, vienen a aliviar dolores y dar solución a los problemas de sus semejantes, así estos consiguen y prosiguen con su evolución.

No olvidemos que cuando llegue el momento de dejar nuestro cuerpo físico también necesitaremos de un cuerpo cedido.

Debemos perfeccionar nuestra mediumnidad con pureza en nuestros corazones.

Todo médium es bueno, cuando buenas intenciones tiene, sea inconsciente, semiconsciente o consciente.

Al entrar en un lugar de trabajo espiritual, debemos liberar la mente de las cosas profanas, tratando de elevar el pensamiento, hasta nuestros Gran Maestro que con su sufrimiento y su humildad libero su alma, elevándose espiritualmente hacia Dios que es fuente inagotable de amor y misericordia.

Dividiremos la manifestación mediúmnica en tres partes.

Mediumnidad consciente: el médium consciente, es el individuo que recién empieza a desarrollar esa facultad, por eso, es necesario tener una muy alta concentración, para ir liberando la mente. El médium ira sintiendo primero varios síntomas o molestias en su cuerpo, como por ejemplo, vómitos, descomposturas estomacales, sentirá en su mente voces, le parecerá ver alucinaciones, sentirá los músculos que se ponen más tensos de lo normal, como si una fuerza interior a la de él, se apoderase, lo cual es así. Empezará a notar que su pensamiento trabaja por decirlo de alguna manera, al triple de su velocidad normal, esto se debe, que al no perder la conciencia, está sintiendo su propia conciencia (conciencia física y espiritual) y la conciencia del Guía que lo está incorporando, así como su respiración, la cual sentirá que su pecho duplicará su funcionamiento, al respirar por él y por el Guía mismo, ya que el médium es usado como un vehículo.

Todo médium de la Línea de Umbanda o de Kimbanda llega con habla (falha) pero no se le permite hablar hasta saber si es en realidad el Guía o es el médium que estuviese mistificando, esto se comprueba a través de ciertas pruebas. El médium puede demorar hasta años en pasar de médium consciente a médium semi-inconsciente o a inconsciente, todo depende de su continuidad, en su desarrollo y en sus actitudes tanto dentro del Terreiro como fuera del mismo.

El médium semi-inconsciente: es aquel que ya con cierto tiempo en su desarrollo, pasa a una incorporación más firme, empieza a sentir en su mente como si en momentos quedase dormido y se despierta nuevamente, lo mismo sucede con los oídos, por momentos escucha, por momentos no, por momentos no-vera, como de golpe recuperara la visión, esto se debe a que el espíritu que está incorporado está tomando una posesión más nítida de la materia y por lo tanto de los sentidos del médium, haciendo los movimientos más elásticos y más claros.

Si el Guía ya tuviese permiso para hablar y el médium tuviese conciencia, este sentirá en su mente las ordenes del Guía en ese momento le impartiese, no dudando ni un momento en lo que se estuviese diciendo, porque sabe que no es él, sino el Guía.

Si el médium, no supiese portugués, igual lo hablara, porque está recibiendo la comunicación del Guía.

El médium inconsciente: es aquel que ya a superado las primeras etapas, llegara ya con una buena predisposición física y mental a ese grado de mediumnidad. Que es cuando el Guía toma posesión completa y ejerce total dominio de los sentidos del médium, entonces si se le diese en ese momento al médium a comer por ejemplo pimientos de los fuertes, sal o cualquier cosa que alterase el gusto normal, no lo sentiría. Si se lo hiciese caminar sobre las brasas, no se quemaría, dentro de estos ejemplos entran otros tipos de pruebas que emplean lo Jefe del Terreiro para probar la incorporación.

Todas aquellas personas que recién incorporan y dicen no acordarse de sus Hermanos de Fe, no han estado entonces incorporados.

A veces también lo mismo se les escucha decir a algunos Paes o Maes de Santos, esto, se debe a la falta de doctrina y desenvolvimiento, porque en profundos estudios tanto parasicológicos, como religiosos y físicos se pudo comprobar que ninguna persona que recién incorpora pierde la conciencia. Entonces estas personas que hacen tales observaciones jamás han incorporado.

Unos de los consejos para asegurar una mejor mediumnidad, son, que al terminar una sesión, se debe olvidarse de lo que paso y no hacer reuniones, que inevitablemente, terminan hablando de la misma, de esa forma, el Guía ira tomando más confianza en el médium y a su vez se ira acostumbrando al medio ambiente que lo rodea.


Texto tomado del Libro Introducción a la Doctrina Umbandista de Daniel de Xangó y Adriana de Bará.


Corriente Mediumnica

Cuando hablamos de corriente mediunica, nos referimos primordialmente a los hijos de religión, hermanos /e hijos de fe. Para lograr tener una buena corriente mediunica, todo hijo de Umbanda como tal debe ser aplicado en su comportamiento, para así poder seguir el camino de esta religión tan hermosa, y poder llevar bien en alto la bandera de nuestra Umbanda.

Para que una corriente mediunica sea efectiva, cada integrante debe estar óptimamente concentrado, libres de pensamientos mezquinos o superfluos, mantenerse unida en objetivos comunes y liberada de las miserias terrenales. Solo la excelencia en la concentración y la energía que emana del amor hacia los Guías Espirituales y al prójimo, dará una corriente fuerte en vibraciones, donde los espíritus de luz se regocijen en llegar.

El adepto que integra la corriente mediunica dentro de una sesión, y que esta dispuesto a compartir su materia con un guía espiritual, además de haber realizado los rituales previos, tiene que dejar de lado los problemas terrenales y concentrarse en la misión a cumplir.

Como además no es importante la ropa que vista, la pomposidad o simpleza de un atuendo no habrá de influir en la sabiduría del espíritu que convoque.

Dios único creador, Zambí, recibe a todos los seres en su presencia, sin importarle raza o condición social. Para llegar a el no necesitamos las cosas materiales por las que luchamos y padecemos día a día.

Vale entonces que un buen creyente sepa condicionar las ambiciones en la exacta medida de las propias posibilidades.

Jamás subestimarse, pero tampoco colocarse en la posición de desear lo imposible. Ni el dinero ni el poder convierten a los aspirantes en buenos médium, ni los atuendos más lujosos los convertirán en mejores religiosos.

No es por casualidad que todo hijo de Umbanda ha sido elegido para servir como instrumento de Dios. Un verdadero creyente y servidor de nuestra religión, debe de estar siempre atento, trabajar duro para vencer las dificultades y confiar en sus guías espirituales.

Podrá balancear y trastabillar muchas veces, pero jamás lo dejaran caer, por ende es muy común escuchar en el ámbito religioso decir: ¡Filio de Umbanda balanza mas no cae!

Un hijo demostrara con el ejemplo personal, la verdad de la Umbanda, la riqueza espiritual que va adquiriendo, ser cada día más humilde y caritativo; la caridad, la responsabilidad y el compromiso deben ser las señales visibles con que se lo identifique como un buen hijo de Umbanda.

No en vano decimos que el verdadero culto a Dios, consiste en hacer el bien en nombre de nuestros Guías Espirituales, amar y alentar a los buenos a seguir por el buen camino, alimentar y alentar a los flacos de espíritu, para que puedan vencer sus dudas y temores, ante la vida misma y el camino religioso.

Debemos tener paciencia, contemplación y sabiduría con aquellos que demuestran sentimientos de soberbia, odio y/o envidia, y tratar de hacer que destierren esos sentimientos, los cuales no les permitirán evolucionar como ser humano ni como religioso.

El médium o hijo de fe, aprende escuchando atentamente y con respeto todo lo que sus mayores y/o su Pae o Mae de Santo les enseña, respetando las jerarquías de sus Directores Espirituales, las cuales han sido ganadas mediante esfuerzo, sacrificio, renunciamientos y de conducirse como se debe dentro de su carrera religiosa. Todo hijo de Umbanda que confía en sus Guías Espirituales y lo hace sin falsedades, recibe de ellos una fuerza y claridad interna que le permitirá sortear los contratiempos y sucesos de la vida, con total paz espiritual.

Cuando la vida nos sonríe tenemos la total certeza de que nuestros Guías Espirituales están junto a nosotros, pero en los duros momentos o días difíciles que nos tocan vivir, ahí es cuando debemos aumentar esa fe, la actitud con que se debe encarar la vida depende y dependerá de nuestra fe.

Los fundamentos de cada casa, provienen de sus Guías Espirituales y deben ser realizados y respetados por todos los integrantes.

Es importante que todos los integrantes del templo, se informen y conozcan en profundidad sus rituales y no critiquen las variaciones, sin antes haberse informado correctamente.

Un religioso debe mantener una amplia y abierta actitud hacia el conocimiento. Las palabras actúan y movilizan, la riqueza y la pobreza espiritual de todo ser humano y pronunciadas en los momentos oportunos, induce a la ley de acción y reacción (Ley de Karma).

Todo ser humano cuenta con el derecho del libre albedrío, pero debe reconocer y asumir las consecuencias que deriven de sus acciones y comportamiento.

El caudal de información que llega a cada adepto debe ser por él escuchada, analizada, para sacar su propia conclusión y así poder junto a los Guías seguir aprendiendo ya que no es misión de los Guías Espirituales imponer una practica religiosa sino ayudar a cada adepto a que sienta en mente, cuerpo y corazón la verdadera función de la religión que como misión principal tiene la de ayudar a la elevación espiritual de cada ser ya sea encarnado y desencarnado.


Fuente: Todos los textos son extraidos de la web del centro umbandista fevsiha.

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