La Doctrina del Umbanda y la obsesión

La Doctrina Umbandista es una base y fundamento de estas orientaciones espirituales y es donde se encuentran los conocimientos que permiten a todo ser humano, comprender el fenómeno psíquico llamado obsesión.

La obsesión es el mayor mal que viene castigando a la humanidad. Consiste ella en perturbaciones de los sentidos, primero mentalmente, seguidas luego, por desarreglos orgánicos. De hecho es una enfermedad del espíritu, un disturbio psíquico, muchas veces, provocadas por la intervención de un espíritu desencarnado en sufrimiento, como a si mismo por la misma persona en su ignorancia sobre los temas espirituales.

Numerosos padecimientos mentales y físicos son desarrollados en el cuerpo humano a través de la vía del contagio existente en los fluidos viciados que le son lanzados por espíritus desequilibrados y maléficos, que deambulan por la superficie terrestre después de la muerte.

Es la ignorancia sobre la vida espiritual promueve la aproximación de estos espíritus malos, que tanto daño hace a la humanidad.

Como el planeta Tierra es un planeta en una etapa evolutiva primaria y en constante evolución, prevalecen las corrientes del bien y del mal.

La primera es formada por los pensamientos e ideas nobles y constructivas, de amor y paz, de trabajo y honradez, alimentada o asistida por los Espíritus Superiores.

La segunda, la corriente del mal, es formada por todos los sentimientos mezquinos, del mal, del odio, de la envidia, de la mentira en cualquiera de sus aspectos, de la injusticia, del crimen, etc.

Esta corriente que tiene como punto de partida el sentir humano, es reforzadas y estimulada por la acción permanente de los espíritus del bajo astral.

El ser humano, en uso de su libre albedrío y mediante la acción de su pensamiento y sus actos, se religa a una de estas dos corrientes.

He ahí, el origen de las acciones "Quien bien piensa, bien atrae, anda bien, se siente bien y feliz y llega a la desencarnación, que es la muerte física, satisfecho.

Mientras que, quien piensa mal, procede mal, atrae el mal y acaba mal, siendo víctimas de dolorosas agonías y finalmente, su alma pasa a ser una más entre ese enorme ejército de infelices sufridores que vegetan en la atmósfera de la Tierra."

Es así que nuestra elevación espiritual depende de esta verdad, de la manera por la cual nosotros aplicamos nuestro libre albedrío, que nos fue concedida para la práctica de del bien y la caridad, el mal usado, conduce al atraso espiritual y, finalmente, a las confusión.

También recordemos que no hay atajos en la senda de la evolución por lo tanto todo ser debe pasar por cada dentro de la senda de la evolución, aprendiendo constantemente y usando toda su capacidad y dones espirituales para encontrar la senda correcta. Pues si no se cometen errores y se corrigen no aprendemos ni avanzamos en la escala espiritual.

El libre albedrío se nutre en la fuerza de voluntad, iluminado por la razón y controlado por la conciencia.

Muchas religiones ocultan o niegan a sus adeptos la existencia del libre albedrío, y se olvidan de que el alma humana es un ser inteligente, dotado de acción, no llegando a percibir que negando el libre albedrío de hecho eliminan la responsabilidad moral, reduciendo al ser humano a las condiciones de un irracional.

En el libre albedrío radica el origen del mérito, siendo por lo tanto, el real fundador de la moral.

Entonces no es cuestión de creer para salvarse es cuestión de corregirse y entender bien su libre albedrío, así haciéndolo podrá superarse y ser enormemente feliz, aquí en la Tierra y en el Astral

Por disposición natural, el espíritu humano dispone de enorme reserva moral para poder salvarse a sí mismo.

Es entonces que por la intuición, el espíritu recibe las impresiones exteriores; por la inteligencia, las comprende; por la voluntad, acciona y reacciona, opera, produce y crea; por la razón, indaga al infinito; por la conciencia, se esclarece; por el libre albedrío, establece su destino.

Obsesión

La fijación en una idea, se convierte en obsesión cuando no conseguimos superar esa fijación.

En relación a la obsesión, observamos a determinadas personas bajo la influencia de los espíritus que influyen en nuestros pensamientos y nuestros actos, mucho más de lo que imaginamos. Se interponen a tal punto que frecuentemente son ellos quienes los dirigen.

Muchas personas no entienden esa influencia, porque sitúan a los espíritus en parajes muy lejanos a la Tierra, sin darse cuenta que ellos permanecen tan cerca nuestro, por estar tan apegados a los vicios e intereses terrenos.

La obsesión no es algo elaborado por los espíritas, estamos envueltos siempre por esas influencias, debido al gran número de desencarnados que se sitúan a nuestro lado, no sólo por sus apegos, sino por la Ley de Afinidad que sitúa a los semejantes con los semejantes, sin importar que sean encarnados o desencarnados.

La única defensa con la que contamos contra ello es el trabajo constante que tenemos que hacer de nuestra evolución moral y el servicio desinteresado y abnegado al prójimo, para terminar de combatir nuestras tendencias más inferiores.

Se hace necesario un auto-conocimiento de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea; sea en la Tierra o en el Espacio, así sabremos a cada momento en qué sintonía (campo vibratorio) estamos, para evitar una posible obsesión, debido a nuestras más íntimas inclinaciones que, aunque podamos esconder al plano material de los humanos que nos rodean, no es así a la espiritualidad.

Debemos entender que lo que las entidades obsesoras pretenden es desequilibrar nuestra vida moral, porque es esta que guía nuestra felicidad o desdicha.

Peligros de la mediumnidad mal empleada

Dentro de los fenómenos espiritistas de efectos físicos producidos por los médiums están la incorporación.

Como los espíritus del astral inferior no ignoran que todos los seres poseen mediumnidad intuitiva, de ella se aprovechan, para inculcar en el médium ideas absurdas y absurdas.

Por esta razón, ciertos individuos tienen manía persecutoria, manía de ver las cosas siempre por el lado negro y muchos creen que son víctimas de diversas enfermedades, así como delirios místicos, etc.

En todas las clases sociales hay individuos que poseen, sin saber, además de la mediumnidad intuitiva que todos los seres humanos tienen, también la mediumnidad de incorporación, gran parte de estos individuos, con la facultad menos desenvuelta, se pierden en el juego, la depresión, el alcohol, las drogas o diversas situaciones de erotismo depravada. Los que llegan más lejos aun, se inclinan e instintiva situaciones de suicidio.

Los espíritus desencarnados que merodean en el astral inferior velozmente identifican los encarnados que poseen la mediumnidad de incorporación y cuando notan la facilidad con que estas personas reciben sus intuiciones, se aprovechan de ellas, llevándolas a tales practicas, por eso, las personas dotadas de esta facultad son inevitablemente víctima de tales espíritus, al no estar preparadas o tener los conocimientos necesarios para rechazar sus influencias maléficas.

El astral inferior cuenta con millones de espíritus rufianes, urdidores, desleales, sediciosos y amantes de peleas que encuentran en la mediumnidad de incorporación de los encarnados un campo abierto para satisfacer sus deseos malignos.

Estos espíritus alimentan y sacian sus malas pasiones donde la conducta ponderada por el Umbanda no es practicada.

Es bueno no perder de vista que los semejantes se atraen y cada uno se revela según su manera de pensar. Aquellos a quienes les gustan la maledicencia, la mentira y el chismorreo producen pensamientos correspondientes y atraen, para junto de si mismos, espíritus obsesionantes de igual gusto.

La mediumnidad, como todas las facultades espirituales, se desarrolla progresivamente a cada encarnación. Desde el primer nivel de evolución, pasando por varios niveles de desenvolvimiento a través de la evolución espiritual y moral de cada ser humano.

A si mismo hay que tener en cuenta que ciertos individuos empiezan a desarrollarla sin ningún conocimiento de los riesgos a los cuales se exponen porque no observan la disciplina que debería acompañar tal desarrollo.

Esto explica porque el mundo se encuentra repleto de personas perturbadas, paranoicas, desequilibrados y obsesionadas. Aquellos que desarrollan la facultad mediúmnica fuera de una conducta moral corre todos estos riesgos, incluso el de la locura.

Sin embargo, ansiar estudiarla para conocerla a través de su complejidad y múltiples manifestaciones, es un deber que se debe impone todos los seres humanos que quieren seguir en la senda del conocimiento espiritual para su mayor y mas rápido avance espiritual.

El bajo astral

Estamos viviendo en un mundo material y como tal tratamos de protegernos de todo aquello que nos pueda perjudicar, robos, accidentes, enfrentamientos, etc. Pero es muy importante que comencemos a interesarnos de cómo protegernos de lo que no vemos o no llegamos a percibir.

Cuando hablamos de bajos astrales, estamos haciendo referencia a entidades espirituales de muy baja vibración energética que debido a diversos motivos, a pesar de estar desencarnados, "conviven" a nuestro lado sin nosotros notarlo, precisamente porque no todos tienen la capacidad de verlos y percibirlos.

El bajo astral se aprovecha de la ignorancia de las personas y comienza a tratar de perjudicarlo a través de sus debilidades, ya sean estas de índole adictivo (drogas, alcoholismo, cigarrillo) o afectivas, (celos, envidia, desconfianza, etc.) por lo tanto quien tiene alguna de estas debilidades, las aumenta hasta limites muy altos donde les comienza a resultar imposible la convivencia con sus familiares, amigos, o toda persona que lo trate habitualmente.

Puede además ocurrir en ciertos casos se "encosten" (posesiones) y que le ocurran a personas libres de esas debilidades, pero sin embargo a través de las malas energías que emiten estas entidades, su situación de vida que hasta ese momento era normal, comienza a tener inconvenientes y complicaciones que no saben con certeza de donde provienen. Debemos entonces (mediante técnicas apropiadas para ello) protegernos de estas agresiones "invisibles e imperceptibles" que en muchos casos pueden cambiar peligrosamente, el rumbo de vida de muchísimas personas.

Por lo tanto hay dos formas de que las personas puedan ser influenciadas por estos espíritus del bajo astral por medio de la obsesión mental la cual es la mas común y la que ataca e toda persona afina los vicios terrenales ya sean físicos como emocionales. O por medio de la posesión del espíritu la cual es menos frecuente pero igualmente peligrosa.

Vampirismo espiritual

El verdadero vampirismo es el de energías, el vampirismo de sangre deriva de la creencia de que la "energía vital" de una persona era o estaba en la sangre, al beberla creían que de esa forma "toman" esa "energía vital.

Al vampirismo de energías, lo podemos dividir en "espirituales" o "terrenos".

En esta clase, únicamente me voy a referir al vampirismo de VICIOS: Entidades espirituales (bajos astrales), que han sido en su ultima vida, viciosos al tabaco, alcohol, drogas, sexo, juego, etc. y cuando encuentran una persona con un "campo propicio" a tendencias viciosas, se le arriman, consiguiendo de esta forma "absorber" parte de la esencia de lo consumido por la persona (tabaco, alcohol, drogas etc.) logrando de esta modo seguir conservando el vicio que tuviera en su vida terrena, esto es fácilmente detectable al observar cuando una persona adicta a cualquier variable de vicios, acrecienta su consumo sin que ello le cause mayor daño que el que ya le estaba causando, es que esta persona como viciada tenia su cuota de consumo establecida, la que podría ir incrementando en la medida lógica de su necesidad y consiguiente deterioro, pero cuando el incremento es rápido y muy notable, casi siempre es debido a que ha comenzado a consumir en "conjunto" de otro viciado sin saberlo.

Esta seria una de las causas importantes, el "factor externo" del viciado que hace muy difícil su recuperación ya que la entidad espiritual (bajo astral) que lo esta "obsesando" vampirizando sus vicios, también lo va a "obsesar" espiritualmente, telepáticamente, para que no abandone sus inclinaciones.

Obsesiones directas

El procedimiento se formaliza cuando una entidad espiritual del "bajo astral" se "encosta" o se le "incorpora" a la persona con fines negativos, la cual pasa a ser "obsesada" por estas entidades.

La obsesión espiritual entonces se produce cuando una en espíritu del "bajo astral", se "adhiere" (influenciando en su doble etérico y cuerpo mental) a una persona con fines altamente negativos, y esta pasa a ser inmediatamente "obsesada" por estas entidades espirituales.

En los casos de encostamiento se producen sintonías de dolor de cabeza, cervicales, espalda, contracturas, desconcierto, pensamientos no propios y casi siempre destructivos o por lo menos negativos que lleven a un individuo a la agresividad sin ningún motivo aparente, y en muchos de los casos se escuchan voces, etc.

La otra variante, es la incorporación, es cuando el obsesor se introduce en el cuerpo físico de la persona, en algunos casos le trae disfunciones orgánicas y/o dolores, en otros los casos puede llegar a la posesión total e inconsciente, la sugestión o esclavizar en forma total a la persona.

Cuando esto ocurre, debe realizarse un proceso de "desobsesión" y quien la realiza debe conocer el trato a dar al "obsesor".

Es muy importante solucionar este problema a tiempo porque de lo contrario cuando se pasan los límites máximos tolerables el individuo puede llegar rápidamente a la esquizofrenia.

Hay distintos tipos de "obsesiones", En todos estos casos cuando se alerta al causante de la obsesión, la persona deja de sufrir los efectos, porque para todos los casos existe una solución y la persona rápidamente recupera su estabilidad mental, emocional y física. Este proceso como dije se llama "desobsesión", seria una versión moderna mucho más práctica y sumamente efectiva del ritual conocido como "exorcismo".

Todos los tipos de obsesiones externas directas, son producidos por el llamado "bajo astral".

Debemos tener en cuenta por lo tanto, que la fuerza mas grande que hay en el Universo es la del Bien, intentemos entonces acercarnos a él por intermedio de nuestros Guías Espirituales y sus consejos y así estaremos retomando la senda correcta.

Orientaciones para los médiums

Para que un médium pueda ingresar en los trabajos de Umbanda necesita llevar una vida rigurosamente disciplinada, a fin de mantenerse, material y espiritualmente, en plenas condiciones de equilibrio y salud, para mejor cumplir sus delicados deberes. Esta disciplina consiste en:

Acostumbrarse a respetar las horas para todo lo que hay que hace.

Alimentarse moderada y racionalmente para satisfacer las necesidades del cuerpo.

No enfadarse con los fallos o errores, voluntarios o involuntarios, de sus semejantes.

Nunca altercar con nadie.

Oír con tolerancia las opiniones de los otros y emitir las suyas con oportunidad y criterio.

No fastidiarse ni blasfemar o maldecid en ninguna situación.

Combatir los sentimientos de odio.

Mantener la serenidad y la paz en ambientes inquietos o conturbados; si no es capaz, alejarse lo más pronto posible.

Esforzarse en ser comedido, prudente, verdadero y leal.

Pensar antes de hablar y/o hacer algo.

Oír y saber callar.

Intentar comprender los males para los cuales no hay remedio.

No lamentarse ni quejarse.

Ser consiente de sus obligaciones y deberes.

No ocuparse de la vida ajena ni hacer comentarios despreciativos a terceras personas.

Cultivar los buenos sentimientos.

Todas estas recomendaciones disciplinares y otras que el buen sentido común son indicadas por los Jefes del Templo, tienen como objetivo cerrar las puertas a los espíritus del Astral inferior, que tienen preferencia por los médiums de incorporación, para que sobre ellos puedan ejercer una acción perniciosa, obsesionante y aniquiladora. Además, la práctica de esta disciplina favorece la formación de una personalidad serena, confiable y esclarecida, indispensable al ejercicio de la mediumnidad.

Evidentemente esta disciplina es recomendable a los que poseen cualquier de las modalidades mediúmnicas y a todos los seres de forma general, porque la mediumnidad intuitiva es común a todas las personas. No obstante, en estas normas damos más atención a la mediumnidad de incorporación, pues los médiums que prestan sus servicios a la doctrina poseen esa facultad y son los más expuestos a las influencias del mal.

Este tema, es largamente profundo, y aquí solo hemos ofrecido unas leves descripciones, de algunos puntos donde queremos llamar la atención para la reflexión del adepto.

El estudio serio, profundo y continuado de la mediúmnidad, es un factor esencial para un trabajo bien hecho.


Fuente: Centro umbanda fevsiha

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